Autobuses
ESPAÑA
Volvo ofrece un serie de funciones inteligentes que ayudan al conductor a conducir de forma más segura, evitar incidentes y protegerse frente a lesiones y daños. Los sensores inteligentes y el software avanzado permiten detectar eventos que podrían provocar situaciones peligrosas y avisan al conductor.
La seguridad es para nosotros una piedra angular desde la fase inicial del desarrollo de nuestros productos. La facilidad de conducción, la maniobrabilidad en carretera y el comportamiento predecible constituyen la base de la arquitectura de seguridad integral de Volvo, cuyo máximo objetivo es conseguir cero accidentes.
Con nuestros sistemas de seguridad activa, toda la información que debe recibir el conductor se integra en el cuadro de instrumentos, justo delante del conductor. La ausencia de varias unidades de visualización externas reduce las distracciones y ayuda al conductor a mantener la atención en la carretera.
Estos sistemas de asistencia al conductor que funcionan de forma segura son los componentes básicos de los futuros vehículos autónomos. Aunque aún tendremos que esperar para ver autobuses automatizados y sin conductor, Volvo mira hacia el futuro asegurándose de que cada paso del camino es un paso validado y seguro.
Los ojos del conductor son los mejores sensores que hay. Pero como el campo de visión humano es limitado, añadimos sensores para recopilar información útil de alrededor del vehículo. Los radares y diferentes tipos de cámaras en configuraciones de fusión de sensores proporcionan información vital sobre la situación del tráfico.
El radar tiene ventajas evidentes, como que no afecta a la visión en la niebla, la lluvia y la oscuridad. Utilizamos el radar para calcular distancias y detectar la presencia y los movimientos de objetos, a menudo en combinación con cámaras.
Las cámaras y el procesamiento de imágenes a alta velocidad resultan extremadamente útiles para el reconocimiento de objetos inesperados, como vehículos, personas, señales y marcas en la carretera. Si se combinan con la información del radar, aumenta la precisión y la fiabilidad del sistema.
Los turnos largos pueden resultar agotadores, por lo que es fundamental que el conductor se encuentre alerta y en perfectas condiciones para que la conducción sea segura. En un Volvo, el sistema mostrará una alerta cuando la trayectoria del vehículo indique que el conductor está cansado o perdiendo concentración.
Volvo goza de la mejor reputación del sector en cuanto a innovaciones en materia de seguridad. Introdujimos el sistema de frenado ABS, la dirección asistida y los frenos de aire comprimido. Y seguimos trabajando hacia la consecución de cero accidentes.
Gracias al radar y a las cámaras, el autobús detecta a los vehículos de delante, sus propiedades y los cambios de distancia. Si existe un peligro de colisión inminente, el conductor recibe avisos tanto visuales como sonoros. Si este no responde, entonces el sistema frena ligeramente de forma automática en un procedimiento de prefrenada, a lo que le sigue una frenada a fondo. Si se supera la exigencia legal, el procedimiento de frenada se activará no solo por la detección de vehículos, sino también de ciclistas y peatones.
Un radar frontal detecta los vehículos que circulan a una determinada distancia delante del vehículo. Mediante el control del acelerador y los frenos, el sistema mantiene una distancia preestablecida con los vehículos que circulan delante en función de la velocidad. Cuando no se detecta ningún vehículo, se restablece la velocidad predeterminada.
Una cámara frontal supervisa la carretera. Mediante un sistema de procesamiento de imágenes se detectan las distintas señales de la carretera y se muestran como imágenes en la pantalla del panel de instrumentos para recordar al conductor las restricciones actuales.
Este sistema detecta personas y vehículos en movimiento en los laterales del autobús. Con un alcance de 30 metros hacia atrás y 7 metros hacia delante, sirve como sistema de información de ángulos muertos (BSIS) y advierte al conductor, por ejemplo, de la presencia de ciclistas y usuarios de patinetes eléctricos a ambos lados del autobús. También funciona como sistema de control de ángulo muerto (LCS) y avisa al conductor si detecta vehículos que se acercan en los carriles adyacentes.
Este sistema actúa principalmente a baja velocidad, cuando se arranca. Utiliza el radar, las cámaras y el sistema de procesamiento de imágenes para detectar cualquier persona u objeto fijo o en movimiento delante del autobús. Abarca una superficie de unos 4 x 4 metros alrededor del autobús. Si se detecta un objeto, el conductor recibe un aviso tanto visual como sonoro.
En los cambios de carril, si un vehículo se acerca rápidamente, se puede producir fácilmente una situación peligrosa. Así que el hecho de disponer de un par de ojos más en los ángulos muertos, a ambos lados del vehículo, ayuda al conductor a adaptarse de manera segura a la situación del tráfico.
El sistema realiza un seguimiento de las marcas de carril gracias a las cámaras y al procesamiento de imágenes. Si el vehículo se acerca a una de las marcas de carril, el conductor recibe una alerta tanto visual como háptica (una breve vibración en el cojín del asiento).
El sistema detecta patrones en los movimientos del volante y determina si existe una tendencia a desviarse del carril. Si hay indicios de que el conductor no está prestando la atención suficiente, se mostrará una advertencia con un símbolo iluminado en la pantalla del salpicadero.
Los neumáticos suponen un gasto importante para las flotas y el control de la presión puede ayudar a reducir este gasto. Si la presión de aire de un neumático desciende por debajo de los niveles seguros, el sistema alerta al conductor a través del cuadro de instrumentos. De este modo, el sistema no solo reducirá los costes de mantenimiento de los neumáticos, sino que también mejorará la facilidad de conducción y la eficiencia energética de la flota.
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