Volvo Buses está a la vanguardia de los autobuses autónomos y, durante los últimos años, ha llevado a cabo diferentes proyectos de investigación junto con partes interesadas de la esfera académica, así como con otros socios. Antes, la empresa se encontraba centrada en el desarrollo de soluciones técnicas, pero, desde el año pasado, Volvo Buses ha llevado adelante dos estudios de corte científico acerca de la experiencia del usuario. Estos estudios se realizaron en conjunto con los investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers.
En uno de los últimos estudios publicados, se analiza cómo responden los conductores de autobús ante un concepto de asistencia autónoma al conductor. En el otro estudio, la atención se centra en la respuesta de los pasajeros.
«A fin de que, en el futuro, podamos aprovechar las ventajas que ofrecen los autobuses autónomos, la aceptación de los pasajeros es absolutamente fundamental. En este sentido, es más que necesario saber qué opinan acerca de la experiencia, si se sienten seguros y si siquiera se podrían plantear el uso de autobuses autónomos. Hasta donde sabemos, no se ha realizado ninguna investigación similar con autobuses de longitud completa, lo que añade un factor de entusiasmo adicional a este estudio», explica Joakim Jonsson, director de proyectos de investigación en tecnologías autónomas en Volvo Buses.
Para el estudio, se utilizó un autobús eléctrico autónomo. Todo el estudio se llevó a cabo en una pista de pruebas dedicada y cerrada. El grupo de prueba estaba compuesto por 22 personas de distintas edades que utilizan el transporte público a diario. Estas personas tuvieron la oportunidad de ver cómo se desenvolvía el autobús en 9 situaciones de tráfico diferentes: desde circular por una rotonda y recoger pasajeros en una parada hasta circular a muy distancia de ciclistas, peatones y otros vehículos.
Una vez finalizada la prueba, los investigadores de Chalmers entrevistaron a los participantes y les solicitaron que respondieran un cuestionario. Los resultados muestran que la mayoría de los participantes consideraron que la experiencia había sido muy positiva. Además, manifestaron que el autobús funcionaba con seguridad, que el andar fue suave y que la unidad era cómoda. Aquellos participantes que, al principio, se sentían incómodos por no tener a un conductor al volante, se adaptaron rápidamente a la situación.
«Cuando los participantes pudieron apreciar cómo el sistema regulaba la velocidad del autobús y cómo se desempeñaba en relación con los demás usuarios de la vía pública, pensaron que era igual a cualquier otro viaje en un autobús normal», agrega Joakim Jonsson.
Un número considerable de pasajeros opinaron que la posibilidad de contar con autobuses autónomos en el transporte público podría ofrecer una serie de ventajas; por ejemplo, mayor comodidad y un aumento de la seguridad. Asimismo, desestimaron la posibilidad que los viajes que realizan a diario pudieran verse afectados si todos los autobuses normales se sustituyeran exclusivamente por vehículos autónomos.
«Gracias a este estudio, quedó muy en claro que el factor determinante acerca de qué opinan los pasajeros del transporte público no radica en el hecho de si el autobús lo conduce una persona o si es autónomo. Lo más importante es que puedan ir de un sitio a otro con la mayor fluidez posible», comenta Mikael Johansson, quien investiga la comprensión de los vehículos autónomos por parte de los usuarios en el Departamento de Diseño y Factores Humanos de la Universidad de Chalmers.
Al mismo tiempo, varios participantes opinaron que la tecnología de conducción autónoma se podría emplear para desarrollar nuevos servicios tendientes a mejorar el transporte público, como implementar paradas más flexibles y promover una mayor accesibilidad en zonas poco pobladas.
«Muchos pasajeros aportaron ideas muy enriquecedoras. Estas respuestas demuestran lo importante que es no considerar la tecnología autónoma como un fin, sino como herramienta de facilitación para otros servicios que necesitan los pasajeros», comenta Mikael Johansson.
Para Volvo Buses, el estudio sobre los pasajeros aporta datos de gran relevancia acerca de la experiencia de viaje con sistemas autónomos. «Este tipo de investigación, que busca conocer la aceptación de los pasajeros, es fundamental, aunque aún falta bastante tiempo para que se convierta en una realidad. Estamos convencidos de que la primera aplicación de las tecnologías autónomas en la vida real será en los sistemas autónomos de asistencia al conductor, o bien en zonas confinadas», comenta Joakim Jonsson.
Volvo Buses y Västtrafik dieron los primeros pasos del estudio titulado Experiencia de viaje en un autobús automatizado de longitud completa y expectativas en torno al futuro sistema de transporte público de los pasajeros (Passengers’ Experience of Travelling with a Full-Length Automated Bus and Expectations of the Future Public Transport System). Luego, los investigadores del Departamento de Diseño y Factores Humanos de la Universidad Tecnológica de Chalmers se encargaron de llevarlo adelante. El proyecto de investigación forma parte del proyecto KRABAT de Drive Sweden y se encuentra financiado en parte por Vinnova. La solución técnica también ha recibido el apoyo del Programa Estratégico de Investigación e Innovación en la Industria Automotriz (FFI).
Gotemburgo
16 de noviembre de 2021
Para obtener más información, comuníquese con Joakim Kenndal, director de Relaciones Públicas, Volvo Bus Corporation, por teléfono, llamando al +46 739 02 51 50. Si así lo desea, también puede enviar un correo electrónico a joakim.kenndal@volvo.com.